- Año: 2016
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Fotografías:Adrien Williams
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Proveedores: Alumilex, Maxiforest
Descripción de los arquitectos. Esta casa, cuyo nombre hace referencia a la estrella más brillante en la constelación de Aquila, se ubica en Cap-à-l'Aigle, en la región de Charlevoix.
Altaïr significa "El águila de vuelo". La casa se destaca por su forma de V y la larga fachada suspendida sobre la naturaleza. Si bien es discreta desde la calle y cerrada al norte, se desarrolla en dirección al río, como "para tomar vuelo".
En cuanto a la forma, dos prismas longitudinales se colocan uno encima del otro. Una desalineación voluntaria permite la contemplación del paisaje y las largas fachadas de vidrio proporcionan diferentes perspectivas y encuadres del río, el bosque y la ciudad de Malbaie a continuación.
De cerca, la casa sigue siendo un misterio, ya que es camuflada por los árboles. El segundo piso concentra un molde sobre la entrada para proteger.
El pasillo se enfrenta a una gran ventana orientada al sur con vistas a la piscina que parece extenderse hacia el río. El primer piso tiene un ala de invitados y una sala de estar conducida por una atractiva y brillante escalera de acero gastado.
El segundo piso está en voladizo y sobresale hacia el río. El espacio es completamente abierto y ofrece una vista impresionante del horizonte, debajo de éste se encuentra una gran terraza. La habitación principal se encuentra en la planta baja, un poco apartado en el bosque.
En términos de material, ambas plantas están cubiertas con un revestimiento de madera de color gris. Las fachadas están protegidas por el techo cubierto de cedro occidental. Esta madera cálida se extiende en el interior, haciendo hincapié en el efecto de continuación desde adentro hacia afuera.
Esta casa promueve la tranquilidad y la contemplación de la vista.
Ahora hay una nueva estrella que brilla en el escenario de Charlevoix.